El Museo Nacional de Bellas Artes presentará, desde el jueves 25 de marzo, “Pandemia”,la obra más reciente de Marta Minujín, realizada durante el período del aislamiento, que da cuenta de la emergencia sanitaria mundial, el paso del tiempo y el propio proceso de construcción de la pieza.
Desde mayo de 2020, Minujín llevó a cabo un trabajo obsesivo, preciosista y riguroso para elaborar esta obra: dedicó varias horas diarias a aplicar un total de 22.600 tiras con pequeños cuadrados en blanco, negro y siete tonos de gris sobre una tela de 260 x 210 cm. A su vez, cada fragmento también proviene de un proceso minucioso, en el que Marta pintó pequeñas telas constituidas por líneas paralelas negras, blancas y grises. Más tarde, las cortó transversalmente en finas tiras que generan una trama de cuadraditos de no más de 2 o 3 milímetros de lado, que luego fue colocando en el gran bastidor.
“El montaje de ‘Pandemia’ en el hall de ingreso al Museo incluye una proyección con movimiento de esa misma trama sobre la tela, lo que produce un efecto cinético sutil que potencia su magnetismo”, adelanta Andrés Duprat, director del Bellas Artes.
“El resultado es una trama delicadísima compuesta por centenares de miles de cuadraditos que, de alguna manera, representan un conteo en el tiempo o una estadística que sugiere los días pasados en pandemia o el número de víctimas. Por su contundencia, es una gran obra de arte. Original, sólida, sensible y muy movilizante, teniendo en cuenta el contexto y los acontecimientos que nos tocan vivir”, agrega.
“‘Pandemia’ fue concebida como una obra en proceso, de modo que también exhibimos un video que documenta todo el trabajo, desde el inicio hasta su conclusión”, explica Duprat.
Del 25 de marzo al 27 de junio, la obra podrá verse en el hall central de la planta baja del Museo, con entrada gratuita y reserva previa de turnos a través de la página web: www.bellasartes.gob.ar.
Sobre la artista
Marta Minujín –cuya obra integra las colecciones más importantes del mundo– fue precursora de muchas de las prácticas artísticas de la vanguardia de los años 60. En París, mientras completaba la beca que le había otorgado el Fondo Nacional de las Artes, realizó su primer happening: “La destrucción”, de 1963. Recibió el Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella en 1964. A mediados de esa década, protagonizó varios de los happenings más rupturistas de esa institución, como “La Menesunda”, que realizó junto con Rubén Santantonín, y “Simultaneidad en Simultaneidad”, en colaboración con Allan Kaprow y Wolf Vostell.
A finales de los 60, obtuvo la Beca Guggenheim y residió en Nueva York durante dos años. En 1983, presentó una de sus obras más emblemáticas, “El Partenón de libros prohibidos”, para celebrar el retorno de la democracia en la Argentina. La fama mundial de esta pieza llevó a que fuera reconstruida, en 2017, en la Documenta Kassel de Alemania.
En 2019, recibió el Premio Nacional a la Trayectoria Artística que otorga el Salón Nacional de Artes Visuales. Como parte de esta distinción, donó a la colección del Museo Nacional de Bellas Artes la serie de imágenes de “El Partenón de libros prohibidos”, además de publicaciones censuradas en distintos países con los que la artista edificó la instalación en la ciudad de Kassel, y videos de registro de las acciones en Argentina y Alemania. También ingresó entonces al patrimonio público “Meditación en flúo”, una obra de 2014 que combina video proyectado, pintura flúo y tela pintada sobre tela.
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Otras novedades del Museo en marzo: llegan “El canon accidental” y “Ferrari infinito”
El mismo 25 de marzo, reabrirán las salas del primer piso que albergan la colección permanente del Museo dedicada a artistas argentinos e internacionales del siglo XX. De esta manera, junto con las salas de la planta baja que ya se encontraban habilitadas, se completará el recorrido por todo el edificio, siempre observando las medidas sanitarias que permiten el distanciamiento social para una visita segura.
Ese día también quedará abierta al público la exposición “El canon accidental. Mujeres artistas en Argentina (1890-1950)”, con curaduría de la investigadora Georgina Gluzman, que reunirá más de 80 obras realizadas por 44 artistas, con la intención de cuestionar los relatos establecidos en la historia del arte en nuestro país y recuperar la figura de estas creadoras, muchas de ellas ignoradas o desconocidas.
Además, desde el jueves 25, podrá verse “Ferrari infinito”, que presentará un conjunto de obra gráfica de León Ferrari, como parte de las actividades impulsadas por el Museo celebrando el centenario del nacimiento del artista. Curada por Carolina Jozami, esta exposición está integrada por más de cien obras en papel donadas a la colección del Bellas Artes por la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA). La selección incluye producciones realizadas en las décadas de 1970 y 1980, que dan cuenta de su experimentación con diversas técnicas, como la litografía, la xerografía, el aguafuerte y el arte postal.
León Ferrari, Sin título, prueba de artista, 1984, serigrafía, 34,9 x 24,9 cm
El Museo Nacional de Bellas Artes, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con el apoyo de Amigos del Bellas Artes, está ubicado en Av. del Libertador 1473 (Ciudad de Buenos Aires) y puede visitarse de jueves a domingo, de 12 a 19, con entrada gratuita. Para reservar turnos y conocer el protocolo sanitario vigente, hay que ingresar en www.bellasartes.gob.ar.
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