El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró la exposición “Venecia en clave verde. Nicolás García Uriburu y la coloración del Gran Canal”, que conmemora los cincuenta años de la intervención histórica del artista argentino en las aguas de Venecia, el 19 de junio de 1968.

“En aquella Bienal de Venecia –el evento de arte contemporáneo más importante del mundo–, a Nicolás García Uriburu, que vivía por entonces junto con su esposa Blanca Isabel Alvarez de Toledo en París, se le ocurrió una idea muy osada: ir a la Bienal, sin ser invitado, y a hacer una obra de lo que después se llamaría land art o arte de la tierra, a gran escala. Llevó fluoresceína, un fluido inocuo, y lo arrojó al Gran Canal, a través del cual se fue extendiendo, hasta dejar las aguas con un color verde estridente”, contó Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, durante el cóctel de presentación de la muestra realizado ayer en el museo. “La acción, que terminó con el artista detenido por doce horas, porque nadie sabía si estaban envenenando Venecia o si la sustancia que usaba era inflamable, fue muy eficaz: logró con creces los objetivos prefijados, se habló de esto en todo el mundo y quedó en la historia del arte”, agregó.




“Es una obra máxima, sublime, que pone en escena cuestiones que ahora, medio siglo después, podemos decodificar en toda su amplitud. Fue un llamado a la conciencia ecológica y a encontrar el arte, no en los museos y las galerías, sino en medio del trajín ciudadano; fue una forma de provocar tensión en un momento donde la realidad en Europa estaba convulsionada, desde la Primavera de Praga hasta el Mayo parisino”, estimó el responsable de la institución nacional.  

La Primera Dama, Juliana Awada, participó del acto, al que también asistieron Blanca Álvarez de Toledo y Azul García Uriburu, hija del artista; el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto; artistas y personalidades de la cultura.




“Presenciar esta exposición es presenciar la obra de un hombre que estaba más allá y por delante de su época. Aún hoy sigue siendo innovador, aún hoy su creatividad nos sigue conmoviendo; su vínculo con la naturaleza y con América sigue marcándonos”, sostuvo Avelluto.
La exhibición, curada por Mariana Marchesi −directora artística del Museo−, reúne serigrafías, fotos intervenidas y piezas documentales referentes a la acción de 1968 y otras coloraciones realizadas en distintas aguas del mundo –en Buenos Aires, París, Bruselas, Londres–, así como un selecto grupo de pinturas realizadas entre 1968 y 1974.


Al respecto, Marchesi explicó: “En esta muestra homenaje, hemos elegido centrarnos en una obra que es clave para la historia del arte porque sintetiza muchos de los problemas que la vanguardia artística planteó en los años 60. En su gesto se condensaron varios de los cuestionamientos que redefinieron la manera de hacer y pensar el arte: su autonomía, el lugar más activo del espectador en relación con la obra y la primacía del concepto sobre el objeto".

La directora artística del Museo agradeció también el gesto de Azul García Uriburu, quien donó al Bellas Artes una de las piezas clave de este período: el “Portfolio (Manifiesto)”, obra síntesis de la acción.






“Venecia en clave verde. Nicolás García Uriburu y la coloración del Gran Canal” podrá visitarse del 29 de junio al 30 de septiembre, en las salas 39 y 40 del Museo, y cuenta con el apoyo de la Fundación Nicolás García Uriburu y la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes.

El Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473, ciudad de Buenos Aires), dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, se encuentra abierto al público de martes a viernes, de 11 a 20, y sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada gratuita